Todo empezó en una noche de rumba por un amigo en común que nos invitó a salir. Desde ese momento hubo una química especial y empezamos a andar juntos. Había pasado más de un año de novios y él se tuvo que ir a vivir a Estados Unidos. Un día, antes de irse del todo, me llamó desde allá y me propuso matrimonio. Yo le dije que sí de una.